Los caminos son elementos lineales del diseño del jardín que, como tales, marcan direcciones visuales y de paso.
Su trazado está supeditado a la función que van a desempeñar: ¿queremos pasear por ellos? O, por el contrario, ¿queremos trasladarnos desde dos puntos del jardín de una forma rápida?
En el primer caso, procuramos que sean caminos sinuosos, de mucha trayectoria, en los que, al pasear por ellos, se nos oculte lo que vamos a ver a continuación, descubriendo las cosas bellas del jardín poco a poco. Para los recorridos de paseo son adecuados los pavimentos blandos, como la arena o la gravilla.
Si queremos recorrerlos de forma fácil y en el menor tiempo posible, lo más adecuado es no alargar su longitud. Este es el caso de los caminos que van desde la entrada al jardín desde la calle hasta la entrada principal de la vivienda. Acortarlos en lo posible y hacer visible el final. Aquí, los pavimentos duros son más adecuados.
Carmen Calvo Serrano
Ingeniera agrónomo – Experta en Diseño y Gestión del Paisaje
Tf. 619824578